RECHAZAMOS LA PRESENCIA DE FUERZAS ARMADAS REPRESIVAS EN LAS CALLES


Ante la intención del Gobierno Nacional de modificar el Decreto reglamentario (727/06) de la Ley de Defensa Nacional, la Confederación de Trabajadores (CGT) considera necesario recordar al respecto, las consecuencias funestas que ocasionaron procedimientos y acciones similares en la vida nacional.

La historia nos demuestra que tanto durante gobiernos elegidos por el Pueblo como, obviamente durante las dictaduras, en cada oportunidad en que las Fuerzas Armadas de la Nación fueron llamadas para intervenir en conflictos que afectaban la seguridad interior de la nación, la represión fue cruenta.

Vale, como ejemplos ilustrativos, recordar la represión en la Patagonia durante la huelga de los trabajadores en los años 20, durante el gobierno de Don Hipólito Yrigoyen. O también en 1955 durante el golpe de Estado de la autodenominada Revolución Libertadora; vivencias similares se dieron en la persecución ejecutada bajo el Plan Conintes 58/60 en el Gobierno de Arturo Frondizi. Y, como corolario, no debemos olvidar el recuerdo trágico de los años de tortura, desaparición y muerte del Proceso de Reorganización Nacional.

Como hilo conductor de todas las represiones las víctimas, los muertos y los desaparecidos fueron siempre trabajadores. Es por ello que, en esta etapa democrática que transitamos, hubo acuerdo unánime de todos los partidos políticos, sobre la no intervención de las Fuerzas Armadas en la Seguridad Interior de la Nación.

El Poder Ejecutivo no puede ni debe generar una nueva brecha en la sociedad. No es aconsejable para quien gobierna que, en tiempos de profunda Crisis Social, Política y Económica,  los temas consensuados por la sociedad sean trastocados  a través de un D.N.U., ignorando al Congreso de la Nación, sin respetar el mandato constitucional y los resortes republicanos.

No queremos volver a ver en nuestras calles, plazas y puertas de fábricas “operativos de control de seguridad”.  Como bien esgrimía el Dr. Arturo Frondizi “es muy fácil introducir a las Fuerzas Armadas en la Seguridad Interior, lo que resultaba muy difícil es sacarlas después”.