Desde la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA) respaldamos los dichos de la senadora nacional, Anabel Fernández Sagasti, sobre la categoría minera que tiene la producción del ladrillo artesanal.

En el marco del debate entre los candidatos a gobernar la provincia de Mendoza, la candidata del Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti, señaló que su provincia «tiene muchos minerales: azufres, piedras semipreciosas, ladrillos, mármol, etcétera. Pero sin duda, nuestro recurso más importante es el agua».

Esa consideración sobre la producción ladrillera fue motivos de críticas y de burlas, sin embargo señalamos que por medio de una reglamentación que sancionó la Secretaría de Minería de la Nación en el año 2004, el ladrillo moldeado y cocido se incorpora a la nómina de productos obtenidos a partir de minerales.

Aquí compartimos fragmentos de la publicación oficial de la Secretaría de Minería de la Nación sobre el tema en el año 2004: «Este ladrillo es destinado a la construcción y se elabora mediante sustancias térreas y arcillosas, comprendidas en la tercera categoría de producciones minerales del Código de Minería», consideraba la publicación respecto al Decreto Reglamentario de la Ley de Inversiones Mineras 24.196.

Y agregaba que «su inclusión en la normativa minera forma parte de los objetivos de la Secretaría de Minería de la Nación para integrar la producción del ladrillo a la actividad minera del país, a fin de mejorar las condiciones laborales y escenarios de desarrollo de esta industria».

Es por eso, que desde el Sindicato Ladrillero respaldamos los dichos de Fernández Sagasti y afirmamos que el ladrillo artesanal es parte de la industria minera nacional.